Elementos que debería componer la estructura tributaria del país.

El proyecto de Reforma Tributaria presentado esta semana por un grupo de congresistas de oposición refleja esencialmente la aspiración política de gravar más a los más ricos, pero poco tiene de fundamento económico o de visión de largo plazo.

Siendo predecible su corta vida en el trámite legislativo, pues no es una iniciativa gubernamental y el Ministerio de Hacienda ha manifestado no estar dispuesto a una nueva Reforma Tributaria en medio de la emergencia sanitaria, es útil por iniciar un debate político necesario sobre la estructura tributaria deseada para el país.

Por Camilo Ramirez

Para entender la discusión, pueden tenerse en cuenta los siguientes aspectos:

  • Las salidas políticas por bien intencionadas son inconvenientes si no se basan en estudios serios sobre el impacto de largo plazo y la coherencia que debe tener la tributación en la dirección de la economía. Aunque ha sido tradicional alegar que las reformas tributarias buscaban incentivar al empresariado, las tasas efectivas de tributación para empresas siguen siendo de las más altas entre países comparables y los beneficiados tradicionales son sólo los de mejor cabildeo.
  • Si se piensa en un sistema tributario adecuado debe balancearse el interés del capital con el de la carga fiscal. Hoy a las empresas no les alcanza la caja para pagar más impuestos sobre utilidades y es preferible la informalidad a pesar de los riesgos o dirigir las inversiones hacia otras jurisdicciones de tributación más baja o sencilla. La solución de gravar sobre los ingresos con tarifas bajas resulta interesante pues reduce la carga de fiscalización y ha funcionado con el sistema de tributación Simple, pudiendo extenderse atendiendo estudios económicos sectoriales sobre cuáles determinar la real capacidad contributiva de sus actores.
  • Sí bien parece correcto afirmar que las personas naturales siguen siendo poco gravadas y que es allí donde podrían haber más esfuerzos por contribuir, no puede seguirse estimulando la emigración de colombianos ricos al exterior. Sin embargo, para ellas puede considerarse la idea de gravar la improductividad y el capital ocioso, por ejemplo, los arrendamientos y el patrimonio representado en tierras productivas pero no explotadas, a tarifas más elevadas.
  • La extensión de los impuestos indirectos como el IVA o impuesto al consumo es una salida eficiente desde el punto de vista de administración del tributo, pero golpea fuertemente a los menos favorecidos. Un Estado que no tenga la capacidad de devolver eficientemente tales esfuerzos a esta población, hace finalmente injusto el tributo, siendo la medición de esta devolución eventualmente imposible. Pero puede intentarse.
  • Las tasas impositivas más altas generarán más evasión. Es inocente pensar que la evasión se combate solo con fiscalización, cuando su origen resulta del beneficio económico que resulta de ser informal o contar con complejas estructuras de planeación. La reducción de la ganancia ocasional por venta de empresas al 10% significó un menor incentivo para la creatividad y que se colocaran sobre la mesa transacciones que antes se hacían íntegramente en el exterior.
  • Gravar permanentemente el patrimonio ya se probó y fracasó, nadie quiere perder riqueza año a año cuando la rentabilidad no compensa y generar estímulos negativos al capital solo bloquea la riqueza de una nación. Siendo un recurso alcabalero, destruye el tejido productivo y estimula el ocultamiento de activos.
  • Ningún sistema tributario a nivel nacional funciona si no existe coherencia con la tributación territorial. Deben balancearse y armonizarse dichas cargas para que al final haya certeza para el ciudadano del límite de su responsabilidad tributaria.

Si bien es de esperar que sea la política y no la técnica económica y adecuadas prácticas de gestión pública las que protagonicen este debate, sería ridículo que se desconozcan las recomendaciones y experiencias del pasado para no caer nuevamente en el fracaso de requerir una nueva reforma tributaria cada dos años.

(*) Socio en CRB.Legal Asesores Legales de Negocio, experto en tributación y estrategia

Comunícate con nosotros

¿Tienes inquietudes legales?

CONTÁCTANOS